Escrito por Carlos Dan
El autismo es una enfermedad bastante misteriosa, pero que ataca a a muchas personas a lo largo de todo el mundo. Los comportamientos autistas clásicos de no sociabilidad e introspección extrema responden a que en estas personas algunas regiones del cerebro no se conectan, causando así este tipo de trastornos.
Pero un curioso dato empírico llamó siempre la atención del mundo de la ciencia, y es que, durante períodos en los que niños que padecen esta enfermad atraviesan una fiebre, los comportamientos autistas disminuyen, atenuándose hacia el espectro de los comportamientos de una persona normal.
¿Pero cómo sistematizar en un estudio científico esta hipótesis? Científicos del Instituto Kennedy Krieger lograron llevar a cabo una investigación que efectivamente comprobó que la fiebre disminuye las conductas autistas en niños.
Para esto tomaron una muestra de 30 niños autistas de entre 2 y 18 años, a los cuales se los estudió durante un período febril mayor a los 38º de temperatura corporal. Al analizar los resultados y compararlos con los de 30 niños normales a quienes también se estudió, los científicos lograron comprobar que los comportamientos autistas se vieron atenuados en más de un 80% de los individuos comprendidos en la muestra, y entre ellos un 30% mostró una mejoría notable.
La cuestión de cómo la fiebre reduce los comportamientos de carácter autista es todo un misterio aún, y la ciencia no ha podido desentrañar las incógnitas que giran en torno a él. Sin embargo, una vez conseguido esto puede llegar a ser posible averiguar las causas concretas del autismo y buscar un tratamiento de cura para esta tan lamentable enfermedad.
El autismo es una enfermedad bastante misteriosa, pero que ataca a a muchas personas a lo largo de todo el mundo. Los comportamientos autistas clásicos de no sociabilidad e introspección extrema responden a que en estas personas algunas regiones del cerebro no se conectan, causando así este tipo de trastornos.
Pero un curioso dato empírico llamó siempre la atención del mundo de la ciencia, y es que, durante períodos en los que niños que padecen esta enfermad atraviesan una fiebre, los comportamientos autistas disminuyen, atenuándose hacia el espectro de los comportamientos de una persona normal.
¿Pero cómo sistematizar en un estudio científico esta hipótesis? Científicos del Instituto Kennedy Krieger lograron llevar a cabo una investigación que efectivamente comprobó que la fiebre disminuye las conductas autistas en niños.
Para esto tomaron una muestra de 30 niños autistas de entre 2 y 18 años, a los cuales se los estudió durante un período febril mayor a los 38º de temperatura corporal. Al analizar los resultados y compararlos con los de 30 niños normales a quienes también se estudió, los científicos lograron comprobar que los comportamientos autistas se vieron atenuados en más de un 80% de los individuos comprendidos en la muestra, y entre ellos un 30% mostró una mejoría notable.
La cuestión de cómo la fiebre reduce los comportamientos de carácter autista es todo un misterio aún, y la ciencia no ha podido desentrañar las incógnitas que giran en torno a él. Sin embargo, una vez conseguido esto puede llegar a ser posible averiguar las causas concretas del autismo y buscar un tratamiento de cura para esta tan lamentable enfermedad.
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